Las técnicas de pilotaje Scalextric son, a menudo, muy descuidadas por los pilotos, pudiendo decidir carreras o campeonatos de haberlas tenido en cuenta.

Aquí te explicamos todas y cada una de las técnicas básicas que todo buen aficionado a Scalextric debe conocer, para que una vez las conozcas, las adaptes a tu modo de pilotar, con ellas obtendrás los mejores resultados en competición.

Al igual que ocurre en las competiciones reales –Fórmula 1, GT, Sport o Rally– en Scalextric cada piloto tiene su propio estilo de conducir, según su personalidad.

Pero en todos ellos, además de su temperamento, existe una técnica de pilotaje Scalextric que corresponde a cada tipo de competición e incluso a los diversos tramos de cada circuito: rectas, curvas, cambios de rasante, chicanes, etc.

Aquí te damos algunos de los principios básicos de técnica que tendrás que observar y amoldar después a tu personalidad.

2.) Los neumáticos sin desgaste –en un estado óptimo de agarre– y bien montados en las llantas,

3.) Las trencillas estén enteras y en el ángulo preciso para asegurarte una buena conexión,

7.) La alimentación eléctrica (trencillas-motor) no tenga pérdidas de corriente.

Puedes entrenar individualmente o con la colaboración de otros pilotos. Una de las formas de entrenar con amigos o compañeros, es disputar pruebas de persecución procurando conducir al límite y aguantando la presión del corredor que está justo detrás o ejercer esa presión si le estás dando alcance.

También pueden ayudarte tus amigos que, situándose en determinados puntos del circuito, te indiquen cómo puedes mejorar tu técnica.

En los entrenamientos, y a base de la constancia que debes tener, es muy importante repetir, repetir y repetir: probar el momento óptimo de aceleración o deceleración de determinados tramos y curvas. Esto se consigue a lo largo de múltiples pasadas y memorizando correctamente las referencias de frenada o aceleración. Las referencias son muy importantes, pues te indican el lugar exacto donde debes actuar. A menudo es conveniente marcar uno mismo sus referencias en pista (una leve marca con tiza, el comienzo de un quitamiedos, etc.) durante los entrenamientos. Las referencias de extremo cambiarán, aunque sea por poco, si cambias de coche. Recuerda: concentración y constancia.

En estas pruebas hay que vigilar que los otros participantes no te saquen fuera de la pista en la primera curva después de la salida o, en su caso, en las chicanes.

En las pruebas de resistencia, debido a la larga duración, no es tan importante tu posición en la salida.

Sin embargo, es imprescindible mantener una buena media y aprovechar los errores, el cansancio y falta de concentración del resto de competidores.

Con excepción de las salidas y en las pruebas en circuito en las que el gatillo del mando puede estar a fondo, en las demás aceleraciones –o si has engrasado recientemente el coche– debes ser progresivo en la presión que aplicas al gatillo.

En los tramos de rally o cuando tus neumáticos dejen de ofrecerte la adherencia habitual, son las situaciones en las que la progresividad y la suavidad en la aceleración te permitirán conseguir los mejores puestos en las competiciones.

El secreto es llegar a la curva con una velocidad suficiente que te permita acelerar con suavidad mientras trazas la curva y salir de ella sin que el coche derrape. Se trata de unir los dos puntos de la curva (entrada y salida) lo más rápido posible sin salirte y sin derrapar. Como al igual que en las aceleraciones, lo más importante es la suavidad: evita golpes bruscos de gatillo y derrapes que son muy espectaculares, pero que hacen perder décimas de segundo preciosas.

Al hablar de aceleraciones bruscas, es imprescindible encontrar el punto óptimo de la curva en el que realizarlo, ya que si lo hacemos demasiado pronto, nuestro coche derrapará en exceso y puede hacer un trompo. Por el contrario, si lo hacemos demasiado tarde, nuestro coche no derrapará nada, pero habremos realizado un paso por curva lento o muy lento, perdiendo unas décimas de segundo muy valiosas, consiguiendo un peor tiempo por vuelta.

Conviene adelantar cuando tu coche esté por el interior de la curva respecto al coche que quieres adelantar. Si no es así, corres el riesgo de que el coche contrario derrape y te saque de la pista. Si la curva donde has decidido adelantar es favorable a tu coche, puedes sorprender a tu adversario apurando la frenada y así pasar la curva con mayor velocidad que él. Los buenos y oportunos adelantamientos se consiguen actuando fría e inteligentemente y pensándoselo antes, al menos, dos veces.